Al tener los resultados, los doctores nos informaron que era un tumor de unas dimensiones de 13 cm x 13 cm. En base al tamaño , a la localización del tumor y a sus propias experiencias llegaron a la conclusión que eran un tumor maligno, pero había que esperar a la biopsia para confirmar dicho diagnóstico

Para realizar la biopsia se procedió a programar una cirugía en el IMSS en la que se usó el procedimiento de laparoscopía para obtener muestras del tumor. Adicional a ese procedimiento, a Victoria le pusieron un catéter venoso central (pecho) con puertos que se utilizan cuando usted necesita tratamiento médico durante un largo período de tiempo. Lo cual mi hija no lo utilizo ya que nunca recibió un tratamiento como tal.
Al obtener los resultados de la biopsia, los resultados arrojaron que el tumor era benigno, por lo que la dieron de alta, ya que al ser benigno no era urgente. Nos dieron cita para el 24 de octubre para seguimiento y nos comentaron que nos hablarían para cuando hubiera un cupo para cirugía ya que tiene lista de espera.

Como efecto secundario al tumor alteró el desarrollo de Victoria ya que empezó a producir más hormonas masculinas de las que debería, provocándole un fuerte desarreglo hormonal que se vio reflejado en su cuerpo de niña.

Debido a lo tardado para la operación de extirpación del tumor, decidimos llevarla a operar por lo privado. Después de unos días de preparación, finalmente le sacaron el tumor de grandes dimensiones que tenía y fue llevado a analizar.
El resultado de esta segunda biopsia dio un diagnóstico de tumor diferente al de la primera, pero no se concretó si era benigno o maligno, aunque los que participaron en el proceso nos dijeron que era benigno y que no se requería tratamiento más allá del hormonal para corregir ese desajuste.

Pasó mes y medio donde todo volvió a la normalidad, pero a finales de diciembre, regresaron los mismos dolores que tuvo al inicio de todo este desafortunado evento. La llevamos de nuevo al hospital donde había sido operada por urgencias y aunque el dolor se lo quitaron, nos recomendaron hacer un ultrasonido. El resultado del ultrasonido fue que tenía tres tumores, dos de ellos en el hígado y un tercero adherido a la vena cava y a la vena aorta con un tamaño entre 3 y 5 cm. Además, lesiones tumorales esparcidas por el pulmón izquierdo.
Ante eso la endocrinóloga insistió en hacer una prueba para concretar si el tumor es benigno o maligno y qué tipo de tumor era dando esa prueba el resultado del diagnóstico actual: carcinoma adrenocoidal metastásico, en fase IV.

Se comenzó con el tratamiento de quimioterapia, acompañado de Mitotane, un medicamento que no surte el IMSS y de un costo de 50,000 MX cada seis semanas.

Ya se le han aplicado dos ciclos de quimio y los tumores no remiten, por lo que la oncóloga Rocío Buenrostro, quien nos ha estado apoyando de manera profesional y muy eficiente, nos recomienda que se la opere lo más rápidamente posible de los tumores para facilitar el trabajo de la quimio. Por ello nos comunicó con el oncólogo pediatra Aldo Iván Santiago Aguilar de Guadalajara quien nos informó que la operación es de riesgo extremo, especialmente por el tumor que está invadiendo la vena aorta y cava. Es una operación larga en tiempo y de alto costo económico, teniendo en cuenta que, aunque salga de la operación, tendrá que pasar un periodo desconocido en intensivos, con lo cual se encarece mucho más, sin contar con posibles imprevistos que puedan surgir.

Confiamos en que Victoria supere todas estas adversidades y agradecemos cada muestra de apoyo en sentido económico y moral que estamos recibiendo.